Aleksis Kivi – El escritor nacional de Finlandia

Esko Rahikainen, Universidad de Helsinki
Traducción: Ricardo Parada Barrenechea

Aleksis Kiven syntymäkoti
The Birthplace of Aleksis Kivi. Photo: Susanna Kovanen

Aleksis Kivi nace el 10 de octubre de 1834 en Palojoki, un pequeño pueblo a las orillas de Nurmijärvi en la provincia de Uusimaa hijo del sastre Eerik Stenvall y de su esposa Anna-Kristiina Hamberg vive sus primeros años en su pueblo natal. Es el cuarto varón de la familia, posteriormente nace Agnes, hermana menor que muere a la edad de trece años.

El bisabuelo de Aleksis Kivi, Juhana Stenvall, vivía desde 1766 en Palojoki, allí poseía una pequeña granja obtenida gracias a los servicios prestados al ejercito; sin embargo, la familia había permanecido por diferentes períodos también en Helsinki. Según Yrjö Blomstedt, los ancestros más antiguos conocidos de Aleksis Kivi eran originarios de Janakkala. Su abuelo materno, Antti Hamberg, trabajó como forjador en la parroquia de Nahkela en Tuusula, su abuelo paterno, Antti Juhana Stenvall, fue marinero que llegó a navegar incluso en el mar mediterráneo. Su tío Kalle Kustaa fue miembro de la Guardia Finlandesa y participó en la represión contra el levantamiento de Polonia. Su padre, Eerik Stenvall, vivió y estudió en Helsinki. Sus padres hablaban también sueco, idioma que él incrementa cuando se traslada, a la edad de 11 años, a Helsinki para continuar sus estudios; el dominio de este idioma era condición necesaria para alcanzar el bachillerato y estudiar sacerdocio.Entre los años 1821 y 1868 sólo siete jóvenes de Nurmijärvi logran su bachillerato, de los cuales Aleksis Kivi era el único de origen humilde; todos los demás provenían de familias de clase acomodada. En el año 1857, y después de lograr su bachillerato, Kivi toma la importante decisión, para él y para la literatura finlandesa, de dejar sus aspiraciones sacerdotales para convertirse en escritor en lengua finlandesa.

Kaartinkaupungin maisemia vuonna 1867.
Helsinki, 1867. Photo: Hoffers Eugen/ Helsingin kaupunginmuseoCC BY 4.0

La estrechez económica priva a Aleksis Kivi de viajar al extranjero. (El utiliza por primera vez este seudónimo al escribir su manuscrito “Kullervo” en 1860). Sin embargo, visita la ciudad de Turku, al sudoeste de Finlandia. No obstante y gracias a su gran afición por la lectura, su horizonte espiritual se extendió más allá de las lecturas escolares y universitarias abarcando la literatura universal. Los investigadores no disponen de muchos conocimientos al respecto, pero Kivi leía toda clase de literatura – la Historia Mundial de Held y de Corvin, libros sobre el análisis químico, periódicos, poemas de Stangnelius y dramas de Shakespeare, que ejercen sobre él una gran influencia.

Su período más importante de producción literaria se estima que comienza a mediados de 1850, con la obra ”Bröllopsdansen” (”El Vals de los Novios”), para finalizar en 1871 con la pieza teatral ”Margareta”. La obra ”Nummisuutarit” (”Los Zapateros de la Landa”) recibe en 1865 el Premio Nacional de Literatura convirtiéndose rápidamente en una de las obras finlandesas de mayor aceptación, siendo prontamente catalogada como un clásico dentro de la dramaturgia finlandesa.

Uno de los más importantes colaboradores de Aleksis Kivi fue Fredrik Cygnaeus, profesor de estética y de literatura moderna. Es él quién le examina para su bachillerato y también quien, desde las primeras obras premiadas, como ”Kullervo”, ”Nummisuutari” y la novela ”Seitsemän Veljestä” (”Los Siete Hermanos”), obra que pronto es considerada como la novela nacional, pone todo su prestigio y autoridad para apoyar y propagar el talento de Aleksis Kivi. Siguiendo la intolerante y mezquina tradición literaria, Aleksis Kivi también tuvo detractores. August Ahlqvist, profesor de literatura y de lengua finlandesa, fue uno de los opositores más deplorables. Ahlqvis adquiere una dudosa reputación al despreciar tajantemente el valor literario de las obras de Aleksis Kivi.

El director de teatro Kaarlo Bergbom fue, ya desde el estreno de “Lea” en 1869, uno de los promotores de las obras de Kivi, convirtiéndose incluso en su amigo y colaborador. Aleksis Kivi menciona también en sus cartas, como a uno de sus mejores amigos, a su compañero de escuela, el futuro técnico forestal Robert Svanström.

Parece evidente que fue ventajoso el hecho de que numerosas obras fueran escritas en un entorno totalmente sueco parlante como era la cabaña de Fanjunkars en Siuntio, donde, dada sus premuras económicas, estuvo forzadamente aislado de sus amistades. Fue un período difícil; en sus cartas manifiesta la falta que le hacían sus amigos y la nostalgia por su añorada tierra natal de Nurmijärvi.

Sin temor a exagerar podemos decir que la propietaria de la cabaña de Fanjunkars, Charlotta Lönnqvist, fue una de las personas más importantes y que más apoyo prestó al escritor.

Uusi Fanjunkars Siuntiossa
Uusi Fanjukars, Siuntio. Photo: Susanna Kovanen

Entre los prójimos que más le inspiraron, debemos primeramente mencionar a sus enamoradas: Albina Palmqvist, hija de un empresario textil de Helsinki, y Aurora Hemmilä, hija de un encargado de posta en la localidad de Mäntsälä. Sin embargo, no se casa, ya que para la sociedad de la época Aleksis Kivi no poseía lo esencial: un cargo público y una remuneración adecuada. Muchas de sus obras expresan su anhelo por una familia propia. Aleksis Kivi era, dentro de su sociedad, un desafortunado: Ya no era más un campesino común, pero tampoco provenía de la clase acomodada. Su sorprendente imaginación, su conocimiento del pueblo y sus gentes más su sabiduría literaria fueron sin duda fuente de energía en su carrera de escritor, como también lo fue, manifiesto en muchas de sus obras, su amor y compasión hacia el prójimo, su humor incomparable y su entendimiento de lo cómico y lo trágico.

Aleksis Kivi tuvo tres hogares: Nurmijärvi, Helsinki y Siuntio – todos influyeron indudablemente en su desarrollo como persona y escritor. En Tuusula, la tierra de su madre, encuentra el lugar de reposo para sus últimos días de sufrimiento y de enajenación mental, allí es también sepultado. Aleksis Kivi muere a la edad de 38 años en la noche del último día del año de 1872, pero como escritor le espera la inmortalidad. “Los Siete Hermanos” y los “Zapateros de la Landa” junto con la epopeya “Kalevala” y los cantos “Kanteletar” figuran entre las obras clásicas de la literatura finlandesa.